Lo digo poco, pero lo siento mucho.

No voy diciendo "te quiero" a los cuatro vientos ni voy escribiendo lo por todos lados.
Mi misión es demostrarlo.
No te asustes si no muestro lo que siento, es lo que pasa cuando te han hecho daño. No creas que no, en verdad, te quiero demasiado.
A lo mejor esperas más de mí, dame tiempo, sé que llegará un día en el que puedas cansarte de escucharme decirte lo. "Tranquilo amor, prefiero demostrar y no hablar".
Nada llega como por arte de magia ni al cabo de dos días, lo que vale la pena tarda un poco más, será por que pretende quedarse más tiempo.
No solo es "te quiero", sino también "me brillan los ojos al verte", "te sonrío", "te cuido", y es que no todas las palabras son solo letras, algunas pueden demostrarse con hechos que hacemos sin querer, que no pensamos, que solo sentimos.