Cuando tienes lo que siempre has querido y te entra ese miedo a perderlo así sin razón aparente, pero lo es.
Esa felicidad compartida que cada vez crece mas y que no quieres que vaya.
Y es horrible pensar que no este, por que, aunque podríamos seguir, nada sería igual, nos faltaría esa chispa, esa persona.
Vivimos para compartir nuestra vida, cuidemos a quienes nos ayudan a hacerlo. Pero como humanos y tontos, tendemos mas a perder que a cuidar lo nuestro.
lunes, 9 de diciembre de 2013
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